10 de febrero de 2015

Tú, por siempre mi ángel

Y cuando menos te lo esperas, regresa ese sentimiento...
Lágrima a lágrima tus ojos se van empañando.
Quieres controlarlo, pero cuando se trata de él, no puedes.

No quiero sentir este vació cada vez que pienso que no estás aquí.
Intento decirme que se me ira pasando con los meses,
pero ya han pasado más que meses
y ese frió agujero que dejo tu ausencia no se va.

Las lágrimas tienen sabor amargo, amargo ante el dolor de no tenerte,
amargo ante la duda eterna de si te hice saber lo mucho que te quería,
la duda eterna de si me recuerdas allá donde estés.
Nunca creía que llegaría a consolarme la idea de un "hipotético cielo",
es más no creo en el, pero la simple idea de que me puedas estar viendo,
apacigua parte de mis lagrimas...al menos temporalmente.

La simple idea de no haberme podido despedir, es algo que me persigue.
La simple idea de no oír tu voz o de no ver tu sonrisa es cuan puñal de hielo clavado

Tú, por siempre mi ángel que me protegió.
Tú por siempre mi ángel, yo por siempre tu princesa de la casa.






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