31 de diciembre de 2014

Bye Bye

Para no perder la costumbre, ya toca hacer un balance de todo lo pasado durante estos 12 meses.

Balance de lo bueno y lo malo,
de los que se fueron y de los que se quedaron,
de los besos robados y los besos soñados,
de las caidas y de los saltos al vacío,
de los reencuentros y de las despedidas
de lo logrado y de lo aún por conseguir,
de las noches en soledad y de las madrugadas acarameladas,
de las oscuridades y de las luces,
de las heridas y de las cicatrices,
de los cambios y de las rutinas,
de los dolores y de los placeres.

No podemos pensar en todo lo ocurrido queriendo volver a los recuerdos, sino alegrándonos de los buenos momentos y sabiendo que errores no cometer de nuevo. Si tuviera que describir mi año, la palabra sería intenso: intenso en cambios, intenso en emociones, intenso en caídas, intenso en locuras...simple y llanamente intenso.

Muchos pensarán que cambiaría muchas cosas, a veces lo he dudado para que mentir, pero visto ahora se que no lo haría. Me llevo muchas cosas, pero sobretodo personas. Poder decir quiénes se que están aquí y ahora es lo que más valoro de este año, porque a la hora de la verdad, aparte de la salud que siempre se dice, el tener gente contigo es esa fuerza que muchas veces nosotros no tenemos.

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