28 de septiembre de 2014

Cuando el orgullo es quién manda

Orgullo.
Eso que pocas veces tengo,
eso que muchas veces dejo que pisoteen,
eso que ahora hace que no reconozca lo que estoy sintiendo.

¿Para que reconocer algo que ni tu misma quieres sentir?
¿Para que reconocer algo que sabes que no te hace bien,
algo que no deberías tener guardado...pero que ahí sigue?

Ahí sigue
Nada puedes hacer para remediarlo.
Te sientes impotente.
Te sientes débil.
Quieres arrancártelo.
Tirarlo
Borrarlo
Ignorarlo
Pero no puedes

Y entonces duele.
Duele porque sabes que debes alejarte pero no quieres.
Ahora que parece que todo vuelve a la normalidad
no quieres alejarte aunque duela.

26 de septiembre de 2014

Puentes o caídas el vacío

Siempre tememos dar un paso en falso, no sabemos si habrá un puente que nos lleve al otro lado o un vació inmenso que te haga empezar de cero.Más veces de las que queremos caemos en ese vació y nos decimos que no mas pasos en falso, pero a veces llega una persona por la cual decides arriesgarte a que no haya puente.

Puede ser un amigo que te hizo daño, alguien con el cual compartiste mas que una amistad en el pasado y que ahora echas de menos, alguien que sin tu quererlo te llega y no lo puedes evitar...hay tantos momentos en los cuales te vuelves a arriesgar.

A veces valdrá la pena, otras te sentirás la persona más idiota del mundo pero al menos yo pienso que lo hiciste porque sentiste que debías. Si lo se, no debemos ir así por la vida, sufriremos más que aquellos que nunca se arriesgan...pero también tendremos ese pensamiento de haberlo intentado y de por una caída no haber perdido la esperanza en todas aquellas personas que ni si quiera conocemos y que o nos harán daño o felices...Yo al menos quiero descubrirlo aunque pueda caer al vació porque en ese momento que haya un puente habrá valido la pena.

14 de septiembre de 2014

Nada para entender el todo

Dame una palabra
para entender qué dicen tus lineas.

Dame un anhelo
para entender qué dicen tus sueños.

Dame un beso
para entender qué dicen tus caricias.

Dame una respuesta
para entender qué dicen tus preguntas.

Dame una sonrisa
para entender qué dicen tus labios.

Dame una canción
pata entender qué dicen tus bailes.

Dame un miedo
para entender qué dicen tus pesadillas.

Dame algo
para entender qué dice tu todo.


12 de septiembre de 2014

Siempre imperfectos

Tantas veces cuesta mantenerte firme en lo que tú crees como posición correcta ante la vida, que somos cual veletas movidas por el viento a su antojo.

¿Pero cuánto nos esforzamos por ser fieles a todo aquello con lo que predicamos, acaso siempre habrá una recompensa visible a todo ello? Recompensa visible, ya te voy adelantando que en la mayoría de los casos no habrá ni siquiera una salvo la satisfacción contigo misma de no haberte dejado llevar por vientos pasajeros los cuales cambian dependiendo del día, del año...de la moda.

Serás criticado o puede que admirado, eso da igual, el único que debe admirarse eres tu mismo, porque eres el único al que te enfrentas cada mañana ante el espejo o cada noche cuando vas a dormir y estás solo tu y tus pensamientos, nadie más cabe en ese instante.

No serás valorado y se te etiquetará de mil cosas, pero quienes te conozcan o a quienes importes realmente pese a esas mil etiquetas seguirán ahí, el resto no importa. A esa pirámide de importancia en la cual probablemente tengas las opiniones lo primero, luego la gente que te importa y por último tú, dale la vuelta.

Pero seamos realistas, es muy sencillo decir y aconsejar estas cosas pero tan complicado llevarlas a cabo que pocos son los afortunados que lo logran. ¿Tú eres uno de ellos? Yo no, pero estoy en ello. Muchos dicen que cuando lo consigues estás cerca de la perfección. ¿Perfección? ¿Aún hay gente que cree en ello? ¿Qué cree poder serlo y poder tener a su lado a otra persona perfecta? Si pudiéramos ser perfectos, creo que no querría serlo ya que sería como el resto y si algo me define es no querer ser el resto, de eso ya hay mucho, prefiero no ser una más. Lo cual conlleva consecuencias, bastantes ciertamente, pero sigo prefiriéndolo a pesar de todo. A veces me arrepiento, y dudo, pero en días como hoy me siento orgullosa y feliz ya que alguien más allá de yo misma a visto el lado bueno de ser diferente y eso aunque queramos negarlo... gusta y te hace sentir por un momento o por una eternidad especial.

10 de septiembre de 2014

Odio reconocer

Odio reconocer que quiero que cambies tus reglas.
Odio reconocer que quiero conocerte más.

Odio reconocer que me sale una sonrisa que
no debería estar ahí cada vez que me dices algo bonito.

Odio reconocer que realmente pienso que podría irnos bien.
Odio reconocer que quiero aunque sea comprobarlo y no quedarme con esa duda.

Odio reconocer que al principio no te creía,
pero que te has ganado mi confianza.

Odio reconocer que tengo más ganas de verte de las que diré.
Odio reconocer que estoy aterrada, no quiero pasarlo mal otra vez.

Odio reconocer que me pones difícil el mantener la cabeza fría,
y que en el fondo me gusta que seas así.

Odio reconocer que ya me he sentido así y que una parte de mi quiere huir.
Odio reconocer que se que es demasiado tarde para huir.

Odio reconocer que te quiero cerca.