A veces la manera de ser felices,
es dejando las cosas estar.
Cambiar de metas si vemos que
tanta herida no da el resultado que se quiere
salvo lágrimas amargas en la soledad de las noches.
Mirar al horizonte dejando ir
a aquellas personas para las que de ser algo,
eres un simple recuerdo.
Sonreír cada mañana en un intento
de engañarte a ti mismo, ya que puede que un día
no te engañes y sonrías de verdad.
Recordandote que todo pasa por algo,
que los trenes no retroceden y que si pierdes uno...
tarde o temprano pasará uno mejor.
Por eso debemos pasar página,
no sirve de nada alimentarse de sueños e ilusiones pasadas
que sabes no ocurrirán en un futuro...
Por eso mucho más: Adiós
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