16 de diciembre de 2012


Tan diferentes y a la vez tan parecidos.
Tan alejados en algunos pensamientos,tan cercamos en otros sentimientos.
Tan diferentes que nos tornamos complementarios.
Tan diferentes que lo que uno tiene el otro carece de ello.
Tan diferentes en apariencia que demostramos
de la manera más simple y a la vez más complicada que el exterior es secundario; que lo que verdaderamente importa es la persona y el sentimiento.
Tú niño encerrado en un cuerpo de hombre.
Yo niña con apariencia dulce que empieza
a ver de que pasta esta hecho el mundo.
El Yin y el Yan,eso somos nosotros:
opuestos que se complementan, opuestos que se atraen.
Eso somos nosotros: opuestos que se quieren.

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