¿Te digo una cosa? Como bien sabes yo no tenía muy buena relación con mis padres, siempre con sus idas y venidas. Pues al conocerte encontré eso que andaba buscando por todas partes y hasta que no te conocí, no encontré. Pensaras que exagero, pero Ángel, mírame a los ojos, sabes que no miento. No hace falta que te diga que te quiero con todo mi alma ¿verdad?, pero hay una cosa que no te he contado. Eres mucho más que un amigo para mí, eres como mi segundo padre...Eres el padre que siempre he querido tener. Tranquilo, no te preocupes, estas lágrimas en los ojos no durarán mucho, pronto serán esa sonrisa que tanto te gusta ver.
Estas lágrimas son de tristeza y remordimientos. Te parecerá bonito, no me has dejado que me despida de ti, hiciste las maletas de una manera muy precipitada...quería haberte regalado una ultima sonrisa y muchos besos para que tu viaje fuera más agradable.
Hay tantas cosas que te quiero contar Ángel, pero podre esperar a que te vuelva a ver...porque...¿Te volveré a ver, verdad? Si claro, qué tontería, tu siempre vas a estar conmigo..nunca me vas a dejar; yo te necesito conmigo, no lo olvides.
Porque ¿sabes otra cosa? yo sé que pase lo que pase, estés donde estés...te vas a acordar de mí y me vas a cuidar.
Así que nada, ya hablamos. Que tengas buen viaje.
Un beso, Cristina
2 comentarios:
Es triste!!
Pero muy bonito lo que dices :)
Bss
Las marchas siempre son duras.
Lo importante es que la hagas con las maletas llenas y rebosantes.
Hay veces que hay que alegrarse porque esa persona, el tiempo vivido, lo ha hecho con nadie...
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