18 de febrero de 2010

Reflejos




Me miro al espejo
y solo veo oscuridad,
veo mis sueños
e ilusiones
como son llevadas
hacia la mar,
donde ningún
ser mortal
podrá recuperar.


Me aparto del espejo
para no ver
mis lágrimas
derramar,
por una vida
que tendré
que aceptar.


Me digo a mi misma
que me tengo
que calmar,
que lograre encontrar
a mi media naranja
que de alegría
a mi caminar.


Decido salir a pasear,
en busca de un lugar
con tranquilidad y paz,
donde el viento
lleve mis tristezas
donde no las
encuentre jamás.


Diviso un claro
donde el canta
de los pájaros
me infunde tranquilidad,
y decido que ese
será mi lugar
donde podré reflexionar.


Me tumbo en la hierva
dispuesta a pensar...
de pronto oigo
al río hablar,
me dice que el tiempo
no parará,
hasta que mi alma
no se la trague la mar;
pero que hasta entonces
muchas cosas me
han de pasar,
que tengo que
vivir el día a día...
pero que sobre todo
que tengo que disfrutar.


Van pasando las horas,
y sin que lo pueda evitar
se acerca la tarde
y me envuelve la soledad.


Decido que tengo
que regresar,
que tengo que cruzar
la puerta
donde me espera
la realidad,
pero que en ningún momento
me apetece transpasar..

1 comentario:

PiesFríos dijo...

Lo primero,gracias por pasarte por mi pequeño rincón.
Y lo segundo, también gracias por crear un sitio tan bueno como este...

Sigue así,me ha gustado mucho!

Saludos!