22 de febrero de 2021

La ventana

 

Aquí están los monstros del pasado. Hacía tiempo que no me acompañaban en mis pasos. Pero han vuelto cuando has parecido tú, no suelo creer en las coincidencias, todo pasa por algo. Las dudas, la ansiedad, el miedo entraron de nuevo en mi mochila y viajo con ellos desde entonces. Los intento ignorar, pero se hacen más grandes según pasando los días.

Sé que vienen del pasado, que no debería sentir su compañía ahora mismo porque no hay motivos. Pero siento su aliento en mi nuca cada noche cuando intento dormir y no pensar, solo dormir.

Y entonces me culpo, me culpo por abrirme sabiendo que volverían. Debí no asomarme por la ventana aquel día en el que noté esa maldita corazonada. Pero pese al peso de la mochila, a sus alientos, a sus palabras al miedo constante… me asomo cada día por la misma ventana. Me recuerdo que son miedos del pasado, que solo debo afrontarlos, que ya lo he hecho antes.

Pero nadie dijo que fuera fácil. No lo está siendo. Nadie me puede asegurar no acabar herida. Aun así, mis corazonadas dicen que no tienes la culpa y que me quite la mochila para poder asomarme a la ventana siempre que quiera.

15 de mayo de 2020

Recuerdos


Dicen que escribir aclara las ideas, que plasmar todo sobre un hoja ayuda a organizar pensamientos y sentimientos. Era un caos, soy un caos y seré un caos. Viviendo los últimos meses en el calor de la soledad, ahora no sé qué hacer o qué sentir. Mis habilidades desaparecieron, estoy volviendo a aprender a andar… con las caídas incluidas.

Esta semana tengo una tarea, al principio parecía fácil hasta que me encontré de bruces con un papel lleno de tachones y frases sin acabar. Debo elegir desde que recuerdo los 10 mejores momentos y los 10 peores. No logro bajar de 15 por lista, borro y tacho todo lo que escribo… nada me convence. 

¿Hace cuánto tiempo no estoy segura de algo? Demasiados meses diría yo. Demasiadas caídas e incertidumbres, tantas que me convertí en un puzle aun sin acabar. Mejor lejos de mi pienso, no quiero dar quebraderos de cabeza a nadie… mejor solo pienso.

Sigo pensando cómo acabar la lista. Tengo tiempo, pero sé que hasta que no la termine mi cerebro no podrá pasar a la siguiente tarea, la cual no he decidido todavía. Soy tan intensa que seguramente pocas personas logren quedarse sin perder la paciencia. Bipolar me digo a veces, demasiado emocional día si y día también, experta en pensar, pero no disfrutar.

Mi caos es mucho más intenso ahora que hace meses cuando vivía en una burbuja, que tranquilidad había en mi burbuja… tanta que no se si volveré a ella en busca de un poco de paz y lejos de tantos contradictorios sentimientos.

10 de mayo de 2020

Abismos


Todos los días me digo a mi misma que estar en una burbuja en mi zona de confort no es la solución que como dice esa gran canción que por suerte entro a mi vida “la vida es bonita, aunque duela”. Pero el miedo al dolor puede convertirnos en las personas más cobardes de este mundo, me está convirtiendo en la persona más cobarde que conozco.

¿Dónde quedo esa chica extrovertida que confiaba en la gente sin miedo a nada? ¿Qué resurgía de sus cenizas una y otra vez? ¿Dónde quedaron mi llama, mis cenizas? Vivo el día a día avanzando y retrocediendo, saliendo y volviendo a mi lugar seguro: a mi soledad.

Mejor sola que mal acompañada me digo. ¿Pero de verdad quiero estar sola? Una parte de mi quiere tirarse por todos esos puentes que están apareciendo en el camino, pero al final me quedo mirando al vacío, retrocedo unos pasos y sigo por el camino seguro.

Nunca segura, siempre dudando si debí tirarme, si debí confiar en que no pasaría nada por probar un poco de esa adrenalina. Pero no me tiro. Solo me asomo, cada día un poco más pero nunca lo suficiente. ¿Cuánto tiempo necesito para saltar sin pensar por esos puentes? ¿Tanto miedo a la caída tengo que me quedo bloqueada sin saber qué hacer? ¿Dejando que esos pensamientos me consuman?

Cada día es un nuevo dilema, cada día es una sorpresa nueva con tanto contradictorio sentimiento que al final vivir no me deja. Supongo que me seguiré asomando a esos abismos hasta que un día tengo la fuerza de no pensar y lanzarme, si es que esos abismos siguen ahí.
Espero llegar a tiempo.

2 de junio de 2019

Siempre volar


No sé por dónde empezar
No sé cómo escribir sobre ti
No sé cómo escribir sobre nosotras
Sobre nuestro pasado y sobre el nuevo futuro

Me cuesta pensar palabras sin romperme en pedazos, mientras mi cabeza me pide que pare de llorar porque esas lagrimas no te van a traer de vuelta.

Al principio quería que volvieras, ahora no lo sé. Por no saber no sé si volverás, si algún día entenderé que ha pasado o si simplemente el tiempo me dará el respiro que necesito.

Solo necesito un respiro para encontrarme y para decirme a mí misma que puedo tener la fuerza que ahora sé que no tengo. Que no pasa nada. Que en algún momento tu recuerdo será una simple incógnita, no algo que me quita la respiración si intento nombrarte.

Solo necesito un respiro para empezar a caminar sola y luchar contra los molinos sin ningún escudero a mi lado, si es que existen en alguna parte. Eso la verdad creo que tengo el derecho de dudarlo, incluso de no querer buscarlos.

No sé cuánto tiempo necesitare un respiro, ni cuánto tiempo me llevará creer de nuevo en los hilos rojos. Ni si quiera sé si volveré a creer en ellos. Pero habrá que nunca dejar de intentar siempre volar.

23 de febrero de 2019

Zona de confort


¿Qué es salir de nuestra zona de confort?
¿Es ir por la calle más tarde de lo normal?
¿Es hablar a esa persona que echas de menos?
¿Es dejar de echar de menos a quién no te busca?
¿Es decir que NO a un plan?
¿Es decir si a un plan que te da miedo?
¿Es abrirte sin saber qué pasará?
¿Es hablar en público?
¿Es mirar a los ojos a la ansiedad?
¿Es apagar las redes sociales y encender las conversaciones frente a frente?
¿Es aprender que hay gente que no se quiere quedar en tu vida?
¿Es decir adiós a aquellos que dan oscuridad que no necesitas?
¿Es intentar confiar en la gente pese a todas las cicatrices que duelen?

Puede ser todo o puede ser nada, eso lo decidimos nosotros. Pero hay que aprender a decidir que es salir de nuestra zona de confort, que se merece tu tiempo y que no. Incluso es decidir que no quieres salir, que ahora no tienes fuerzas y que prefieres recomponerte primero. Importa lo que nosotros queremos que importe, no lo que el mundo quiere que nos importe.

26 de enero de 2019

Pídenos


Hay personas que siempre saben escribir, que siempre saben expresar con palabras impresas en un papel lo que sientes. Y luego estamos aquellos que las palabras bonitas se nos atragantan en los dedos y no logramos escribirlas. Las sentimos. Las sentimos como cualquiera, o más que cualquiera. Las sentimos, pero no las escribimos.

Somos más de palabras negras, sentimientos agridulces o muy amargos. Nos costara regalar palabras rodeadas de sentimientos agradables. Podemos intentarlo, pero no es lo mismo. Nos leerás y pensarás que nos hemos equivocado de sentimientos, que dejemos para otro momento el escribir. Que esperemos a la tristeza de nuestros pasos, al enfado de nuestras palabras, a la frustración de nuestros ojos…

No nos pidas palabras dulces pintadas de colores vivos. No nos digas que hablemos de sonrisas de chocolate ni tampoco sobre besos robados bajo el agua. Pídenos palabras sobre esa rabia guardada bajo tu almohada. Búscanos cuando las lágrimas no se vayan por mucho que las limpies cada mañana frente al espejo. Léenos cuando el dolor sea tu mayor peso en tu mochila.

19 de enero de 2019

Bloqueas la pantalla


Vivimos por y para la apariencia externa. Compramos, escuchamos pintamos o escribimos para compartir. Yo la primera, pero cada día más cansada. Vivimos por y para fingir alegría que ni sentimos. ¿Y si no quiero estar hoy contenta?

¿Desde cuándo estar triste más de un día ya implica que debes animarte? ¿Desde cuándo nos hemos hecho expertos en opinar sobre la vida y los sentimientos de los demás? ¿Quién soy yo para valorar tus sentimientos? ¿Quién eres tú para valorar los míos?

Preguntar a alguien ¿Qué tal estás? es lo más sencillo, quedarte a escuchar la respuesta no lo es tanto. Implica tiempo, paciencia, empatía… cosas que muchos decimos tener, pero no siempre existen.
Más y más sentimientos de plástico, de usar y tirar. Mas sonrisas pintadas con la rapidez que nos caracteriza a esta sociedad. Más preguntas copiadas y pegadas, a golpe de dedo. Frases sacadas de Google. Fotos sacadas de Google. Interés sacado de Google. Un interés interesado, que se guarda como todo lo que compramos y no usamos. Interés que ya no está, como todo aquello que hemos destruido gracias a esta vida consumista.

Interés de dos veces al año con los fuegos artificiales y con las luces de Navidad, de un día al año porque Facebook te lo ha recordado que me hice más viejo, de un comentario una tarde en esa foto que te pareció bonita, de un dibujo que te recuerda a alguien… y hasta el año siguiente.

Pasan los meses y te das cuenta de la de veces que has caído en ese juego de Internet, de errores que por vergüenza años después no sabes cómo arreglar. De frases que nunca se cumplen, que nunca llegué a cumplir, que nunca llegaste a cumplir, que nunca llegamos a cumplir. De mensajes que no llegan si no los envías tú primero, de llamadas que marcas tú primero, de pasos que te cansas de dar tu primero.

Bloqueas la pantalla, las fotos, los comentarios, los mensajes no están. Solo hay sentimientos revoloteando recordándote que cuando apagas el móvil solo estas tú. Que casi nunca hay interés verdadero, que las lágrimas las seca tu almohada cada noche y que cada mañana el espejo te recuerda que te sientes sola.

2 de enero de 2019

Aquello que no hacemos


Siempre he preferido arrepentirme de los errores, que de lo que no hice. Aquello que dejas sin hacer a veces lo olvidas, a veces te persigue durante meses. Y creo que en esta ocasión estará conmigo un tiempo.

Hay lutos como personas, como colores, como momentos, como edades, como cercanías, como lejanías… hay un sinfín de lutos. Los hay más largos, o los hay más cortos. Los hay más sentidos, los hay más débiles. Los hay que ya te lo esperabas, los hay repentinos. Los hay que alivian, los hay que te rompen en pedazos. Los hay con despedida, los hay con silencios.

Hoy voy a darle algo de espacio a ese luto que pensando que no llegaría, creyendo que tendrás una oportunidad lejana de despedirte… aplazas la despedida. Pero cometes un error porque esa despedida no llega. Y entonces te arrepientes.

Habrá días agridulces que recuerdes los buenos momentos. Habrá días que se te olvide por un segundo, vayas a levantar el teléfono y te des cuenta que ya no puedes. Habrá días que estés mejor. Habrá días que estés peor. Pero si algo no cambia hasta ya pasado un largo tiempo es el arrepentimiento.

Te dices y repites que debiste hacer lo contrario, como si eso fuera a cambiar la realidad. Pero no puedes evitarlo. Quieres, pero no puedes. Quieres cambiar el pasado, pero el pasado es simplemente pasado.

30 de julio de 2018

Bucles

Sin darte cuenta ocurre. Vuelve a pasar de nuevo. Antes de entrar en bucle te intentas repetir aquellas frases que has aprendido para estas situaciones, mientras entran en tu cabeza de manera paralela todo lo negativo que tienes que intentar ignorar.

Respira. Solo es un error. Respira. Solo es un error.
CÓMO HA PODIDO PASAR
Respira. Solo es un error. Respira. Solo es un error.
NO SE PUEDE CONFIAR EN TI
Respira. Solo es un error. Respira. Solo es un error.
OTRO DISGUSTO MÁS
Respira. Solo es un error. Respira. Solo...
QUE HARTA ESTOY DE ESTA CASA

Y entonces caes, caes a los más oscuros y profundos sentimientos que tienes. Caes hasta el punto de no poder pensar en nada más y de tener pensamientos encontrados. en este punto es muy difícil separarlos y alejarte de ellos, ya que llevas tanto tiempo oyéndolos que eres incapaz de discriminar unos de otros...

Respira. NO SE PUEDE CONFIAR EN TI Solo es un error. Respira. 
Respira OTRO DISGUSTO MÁS. Solo es un error. Respira. Solo es un error.
Respira QUE HARTA ESTOY DE ESTA CASA Respira

A veces las cosas salen bien y logras ir quitando unos pensamientos por otros, pero no siempre es así. Y hoy no fue asi. Dejas de repetirte frasea ajenas y comienzas a crear las tuyas propias en base a lo que sientes y estas viviendo. Normalmente se mezclan con los pensamientos para relajarse, pero depende del momento,

ES MI CULPA.
No es tu culpa, un fallo lo tiene cualquiera.
¿SI HA PASADO ESTO ES POR QUÉ NO ESTOY BIEN? 
Un mal momento lo tiene cualquiera

...

Muchas veces es imposible salir del bucle, el propio cansancio te va apagando las luces del cerebro una a una para impedirte que pienses. Todo parece tranquilo, pero tu corazón sigue sintiendo y no ha olvidado todas las palabras que te han dicho y que te has dicho. Tienes pesadillas. No encuentras la postura. Te despiertes. Te duermes. Tu cerebro puede estar apagado, pero tu corazón y tus sentimientos te recordarán a la mañana siguiente todas las ruinas que dejaste la noche anterior.

27 de julio de 2018

Sensibilidad

A veces solo necesitas un segundo, un segundo para salir de tu mente y escapar. Escapar lo mas deprisa que puedas de todos los estímulos, ruidos o sentimientos que no te dejan ni respirar.

Nadie lo entiende, te ven llorar y no entienden por qué tú lloras ante cosas que para ellos son nimias. Generalmente nadie lo llega a entender, mi tu misma lo entiendes.
Simplemente pasa. Es a si. Siempre ha sido a si y lo seguirá siendo.

Te gustaría no llorar, camuflarte entre la multitud ciega ante cosas que tu si sientes, que tu si ves, que a ti si te hacen sufrir. Desearías sentirte "normal", no esa chica exagerada que se ofende por todo, sufre por todo, llora por todo y nadie comprende.

Es más fácil criticar que pararse a pensar que hay personas más sensibles que otras, pero eso no está de moda. Esta de moda el no comprender los sentimientos de los demás y solo dar importancia a una visión, la individualista. Pero tu no eres así, tú entiendes a los que no te entienden. Ayudas a los que no te ayudan y escuchas a los que no te escuchan. Pero sufres, Intentas no sufrir pero sufres. Desearías no sufrir pero sufres. Y nadie lo entiende. Tú tampoco lo entiendes.